miércoles, 18 de diciembre de 2013

RELATO DE LOS GUANTES PARLANCHINES

Hola de nuevo, contra todo pronóstico aquí estoy temprana y fiel decidida a contaros lo vivido este fin de semana,  pero antes me voy a tomar la licencia de relataros lo que me ha ocurrido la mañana del lunes al ir a trabajar.

            Al montar en el coche tenía en el asiento dos pares de guantes pequeñitos, que de una forma misteriosa, antes de que me diera tiempo a reaccionar se han puesto a hablar conmigo, y sin darme ocasión de mediar palabra (cosa que es difícil, por otro lado);  han empezado a relatarme lo cansados que estaban por el divertido y mágico fin de semana que habían vivido.


           




Me han comenzado a relatar lo aburridos que estaban en su cajón, cuando han llegado unos peques que les han cogido y se los han guardado en sus bolsillos, lo inimaginable para ellos era que los peques con sus papas y un grupo de más papas y más peques, habían planeado pasar un día en la nieve.

            La mañana era espectacular, tenía todo lo que se podía pedir a un día de diciembre;  sol, y una buena temperatura pero ahora se necesitaba un ingrediente más, ..NIEVE.

            Lo primero era llegar al sitio y a la hora pactados, y poco a poco se fue reuniendo el grupo hasta llegar el Coche Escoba; sí ese coche que llega más demorado que los demás y se ocupa de que no se pierda nadie (es la forma delicada de decir los pesados que llegan tarde y que en castigo se quedan sin café).

            Ahora que ya estamos todos, vamos camino de la nieve, nieve que a pesar de que la Caravana Caracoles y alrededores iba avanzando y avanzando se resistía y no aparecía. Con la impaciencia en aumento siguen ruta hasta que por fin, se dejó ver en el Puerto de Palombera.

            Tras realizar el aparcamiento de los autos, aparece un momento mágico de risas y jolgorio únicamente interrumpido por frases como alguien necesita….., alguien quiere,….algo digno de destacar y de ensalzar…y vamos a avanzar que esta historia va genial.

            Ya estamos pisando la tan deseada nieve, equipados con los respectivos ropajes (unos con equipos de nieve en toda regla, otros con vaqueros y botas o con trajes de bombero, y también hubo quien tuvo que tirar de botas de último recurso, porque las adecuadas decidieron romperse,..) y  buscando cada uno nuestro lugar, rompiendo el hielo para hacer un muñeco de nieve  o empezando a impulsar trineos como locos.

            Comencemos con lo primero, que dicho sea de paso; a mis guantes narradores no les gusto nada porque se mojaron….
Era difícil hacer un muñeco de nieve sin herramientas y con tan solo una zanahoria prestada como punto de partida, pero aquí  llega el momento mágico de la unión entre mayores y pequeños, que hace que todos juntos consigamos que la nieve se vaya colocando poco a poco y surja un muñeco de nieve en toda regla, con su nariz de zanahoria, sus brazos de palo dispuestos a abrazar a todos los peques, sus ojos de arbusto que venían incorporados con unas largas pestañas, y su gorro de Peppa Pig, ( donado generosamente por las chicas García), para que no tuviera frío.

            Continuemos con nuestro montar en trineo, donde al principio fuimos poco a poco para ir quitando los miedos y temores de pequeños y no tan pequeños, y por arte de magia, sin apenas darnos cuenta, ocurrió que todos acabamos compartiendo trineos, hijos y padres….todos éramos de todos y todos cuidábamos de todos…algo excepcional que se alargó a todo el día.

A pesar de tantas emociones, nuestros estómagos fueron  poco a poco tomando protagonismo dando la señal de alarma de que tocaba comer….así que siendo obedientes, a recoger y a por la deseada sopa acompañada de sus alubias y sus huevos fritos con patatas…

            Lo destacable a continuación, fue el momento entrada al comedor, repleto de gente que al ver tanto niño y tanto padre,….pensó….”se acabo la comida tranquila”, y se asombró aun más al observar la colocación de los respectivos, grupo de padres, niños solos y grupo de padres…Lo que ellos desconocían era el as que el grupo Caracoles y Alrededores guardaba en la manga….esos niños que sin dejar de serlo, poco a poco fueron  dejando sus platos vacíos sin mucho problema y con total tranquilidad, para gran asombro del aforo del comedor.
Fue genial ver como nuestros locos bajitos sin darse importancia, van entrando en este mundo de adultos locos.

            Plato a plato, llega el momento de los postres, apareciendo por arte de birlibirloque una tarta con un 5 en dirección a la peque más peque de los Pájaros; ESTELA, y acto seguido se vislumbra una escena entrañable; una cara de inocencia e incredulidad fuera de lo común, pensando…..Porque a mi???? Y en el otro extremo unos progenitores encantados y embargados por esa emoción difícil de explicar y fácil de sentir.

            Tras acallar los guerreros estómagos, tocaba lo que tocaba: A jugar…y este fue otro momento memorable donde la mezcla adulto-niño no se lograba definir y no se sabe quien disfrutó más…si los peques activos participantes, los padres actuantes o los padres observadores, que mientras arreglaban el país, veían a sus retoños divertirse.

            Sin darnos cuenta el sol se va yendo y la luna apareciendo, y resistiéndonos a la retirada; otro plan a la vista, digno de estas fechas; un Belén en Barcenaciones; pueblo galardonado con la mención al “Mejor pueblo de Cantabria del 2012”.

A pesar de sufrir algunas bajas imprevistas, a las que echamos de menos, porque unos se guiaron por el TOM TOM, otros por Papa Noel y los renos y otros por los demás,..El grupo consiguió llegar y pudo contemplar una estampa entrañable y especial, pudiendo escuchar la historia de los Reyes Magos y todo lo que tuvieron que pasar hasta llegar a la noche mágica en la que reparten los regalos a todos los peques del mundo. Todo esto estaba ambientado dentro del propio pueblo con sus gentes, calles y plazas; hecho artesanalmente en miniatura.  Digno de ver. ¡¡¡ Hay que ver lo que se puede conseguir con imaginación y unos tapones de corcho!!!
Este momento se animizó y se alimentó con un excepcional bizcocho de chocolate, que sólo de pensar en él se le hace a uno la boca agua, y que enormemente agradecemos a la genial creadora del mismo.

            Hasta aquí llega este fantástico y especial relato de lo que dio de sí el día, y ya para finalizar los parlanchines guantes me desearon para todos unas FELICES FIESTAS, pero también me hicieron ver que si en nuestras mochilas de fiesta, llevamos las ganas de compartir, de pasarlo bien y de disfrutar; tenemos mucho ganado y podremos conseguir unas NAVIDADES ENTRAÑABLES Y ESPECIALES.

            Para los peques me dieron el siguiente mensaje:

            Que sigan enseñando a sus papis lo bien que se desenvuelven en su particular aventura de crecer, y que si siguen siendo tan especiales los Reyes Magos les van a traer regalos ¡¡Seguro!!

Hasta aquí llega este especial relato, y en manos del lector queda valorar la veracidad de los hechos y la cordura del autor, considerando previamente que en “Navidad y alrededores” todo es posible.


  





P.D.: El autor pide disculpas porque este artículo incluye solo dos fotos, pero todo tiene una explicación: No hay cámara con formato “foto sentimientos”.
Así que se pide encarecidamente al lector consulte su memoria fotográfica y busque cada uno de los momentos descritos, que seguro están plasmados con total claridad y definición.