Cuando íbamos a primero de EGB
aprendimos una lección muy divertida que era la de los conjuntos, aquellos
círculos tan bonitos con aquellos triángulos y otras formas de colores en su
interior. Nos enseñaban a pintar conjuntos disjuntos, subconjuntos de un conjunto,
unión de conjuntos, pertenencia a conjuntos, conjunto universal, conjunto vacío … y ahí nos poníamos todos a hacer circulitos y
a pintar como locos, entonces teníamos seis añitos y aquello era muy divertido.
Después, cuando tuvimos 17
años, los de ciencias descubrimos que
aquello se llamaba álgebra y que para entonces maldita la gracia que tenía,
sobre todo al ver el paquete de teoremas, proposiciones y corolarios que
tuvimos que aprender para manejar todo aquel engrudo.
Pero como el que tuvo retuvo y
hay que hacer de la necesidad virtud, siempre llega el día en el que puedes
encontrar un uso a las cosas que se aprenden, y este es el caso de la teoría de
conjuntos. Y es que “Caracoles y alrededores” como su nombre
indica está formado por caracoles en su mayoría, pero algunos de éstos
tienen otros niños en otras clases,
otros están por venir al cole, otros ya son mayores. Así que para centrarnos y
conocernos mejor vamos a empezar por hacer un dibujillo de conjuntos para poder
ponernos cara y saber quién es quién y dónde estamos cada una.